lunes, 21 de mayo de 2012

A un amor lejano.



Los cisnes dorados navegan
entre los mares agitados de mi corazón.
El viento me trae volando
tu aroma, el amor, la pasión.

Mis ansias de poseer tu cariño
me desgarran la razón.
Me arrebatan la cordura,
me hace sentir pavor.

¡Si tan solo este amor no fuera,
producto de mi imaginación!

¡Si tan solo tu estuvieras,
soñando lo mismo que yo!

Las aves hoy sobrevuelan,
el campo dorado por el sol.
La tarde lenta va dejando
impregnado en el cielo el dolor.

Me alegra escuchar soñoliento,
rompiendo el silencio tu voz.
Me alegra saber que aunque lejos,
me escribes poemas de amor.

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