domingo, 31 de marzo de 2013

El Faro.



Una palabra de aliento
expresada justo en su momento
renovó todos mis bríos,
me rescató de lo incierto.

De tu boca fue saliendo
lo que en tu corazón había,
dulce remedio contra la tristeza,
la soledad y la melancolía.

Como un vaso de agua Fresca
en un imponente desierto,
resultaron ser las letras
que despacito fueron saliendo.

Inmensamente agradezco
que continúes a mi lado,
como un guardián al asecho
de quien quiera hacerme daño.

Inventaría mil palabras
para expresar lo que siento,
porque la vida te debo,
¡Que se entere el mundo entero!

Gracias Amiga de nuevo
por tu dedicación y esfuerzo,
eres el faro que alumbra
mis pasos en la penumbra.

2 comentarios: