Te fuiste...
desapareciste en la niebla
que cubría la mañana,
y que sin aliento nos dejaba.
Te fuiste...
dejando a tu paso
coronas de agua,
inundando el momento
de promesas sin sentido.
Y mis ojos se perdieron
detrás de los recuerdos,
esperando con ansias el reencuentro,
tratando de mantenerme despierto.
Te fuiste,
y todos continuamos viviendo;
los arboles del parque,
ellos también siguieron creciendo.
Las estrellas siguieron brillando en el cielo.
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