No hay palabras que describan
aquel momento feliz,
en que estando tú perdida,
me encontraste tú a mí.
Fue casual, nada forzado
como llegué a descubrir,
tu silueta jugueteando
muy cerquita del jardín.
Entre rosas y claveles
parecías distinguir;
eras más bella que ellas,
por lo menos para mí.
Y fue así como en silencio,
tú lograste revivir,
el amor que oxidado
estaba muy dentro de mí.
estaba muy dentro de mí.
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