La mañana comienza tranquila,
todo está en su debido lugar,
pareciera que nada es distinto
que las horas volando se van,
pero pienso un momento y no resisto
extrañar tu presencia una vez más.
A la tarde el sol va cayendo
y se esconde detrás del umbral,
los recuerdos me dejan vació
pues tu ausencia me roba la paz.
.
Me pregunto si algún día nuevo,
a mi lado te voy a encontrar.
Me resigno inconsciente al olvido,
yo ya no quiero Soñar.
La ausencia de la persona querida y la añoranza nos roban la paz, nos hacen sufrir y pensar en los recuerdos bonitos que algún día fueron nuestro presente. Pero si esa persona ya no vuelve, es mejor intentar de parar de soñar, porque el tiempo pasa y nos nos espera hasta que nos sanamos el corazón.
ResponderEliminarMe gustó tu poema. Un saludo.
Muchas gracias Sandra, como siempre. Aprecio tus comentarios y tu reflexión sobre mis poemas. Y es así, como decís "El tiempo pasa y no nos espera" es cuestión de dar vuelta la página, aunque a veces sea difícil.
ResponderEliminarEstará en un rincón de tu corazón.
ResponderEliminarbeso