Cuando recuerdo tu nombre
brota en mi piel esa sensación
de querer regresar el tiempo,
de querer detener las horas
para evitar ese encuentro,
en el cual perdí mi vida
por no expresarte mis sentimientos.
Ahora solo tengo el recuerdo
y el sabor amargo de la realidad,
saberte perdida entre sus manos,
perdida entre sus ojos,
perdida entre palabras
que conjugan tu corazón
y destrozan tu razón.
La cobardía me robó las palabras
que esa tarde el te lanzó,
adueñándose de mi esperanza,
del amor que te pude haber dado yo.
Pero me declaro culpable
de mi propio dolor,
fui yo quien inventó castillos
cimentados en una ilusión.
Nada puedo hacer ahora
para que vuelva tu corazón,
nada queda entre mis manos,
solo el frío rechazo de tu amor.
MUY BELLOS tus versos! y triste sentimiento...
ResponderEliminarte dejo mi saludito como siempre con cariño... no se si ya chekaste.. en una publicacion que te envie.. acerca de el premio que te concedi por tu bonito blog, bueno espero que si... fue con agrado y cariño... gracias por compartir tus versos siempre... el premio esta en una entrada de mi blog titulada ''bonito gesto''.... bye...sweet dreams!
Hermosa poesía Pablo. Cuando una persona que amamos (o queríamos amar) se va siempre nos declaramos culpables por no haber hecho todo lo posible para retenerla. A veces es así, pero otras, las más, aunque hubiéramos hecho todo lo posible no habríamos conseguido nada.
ResponderEliminarUn abrazo.
Así es, lamentablemente.
EliminarHola Niky!! me siento identificada con cada palabra que escribes!! y me encanta !!gracias
ResponderEliminarHermoso poema Pablo!! Lo que pudo haber sido.... Saludos!!
ResponderEliminarUno se queda con la ilusión en el corazón por lo que pudo haber sido. Pero es bueno dar vuelta la pagina.
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