sábado, 3 de noviembre de 2012
Como las olas del mar.
Me encuentro escribiendo cartas,
entre lineas de metal,
entre horas que se van,
y minutos que no están.
Y aunque solo fue un momento fugaz,
y las cosas que pasaron
fueron por casualidad,
el aroma del silencio
me hizo extrañarte más.
Pero sé que volverás,
como las olas del mar
tendrás que regresar,
pues todo el que siembra,
de seguro segará,
y sembraste en mi pecho
amapolas que ni el viento del verano
las podrá de mí arrancar;
dejaste plagada mi mente
de ilusiones y gaviotas
que sobrevuelan la ciudad.
Es triste que ahora te marches,
pero sé que volverás,
como las olas del mar
tendrás que regresar,
y traer junto a las aguas,
cosas nuevas que inventarás
para saciar mis ansias
de amarte cada día más.
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