Cuando te vas.

¿Quien me robó la inspiración?
¿Acaso no fue tu amor?
¿Quien mi sonrisa se llevó?
¿Acaso no fue tu voz?

No queda más que una sombra
acompañando mi dolor,
cuando te vas con la tenue
mirada del ultimo sol.

Y contigo se va llorando
toda mi eterna ilusión,
pues no sabes que te ansío
como en invierno al sol.

¿Por que te vas sollozando?
¿Acaso no es eso amor?
Sabes que escondo en mi pecho,
la cruel angustia de los dos.

No queda más que la sombra
que acompaña este dolor.
Cuando te vas alejando,
se me congela el corazón.

No me gustan las promesas.

No me gustan las promesas,
solo inventan ilusiones,
en un corazón perdido,
solo crea confusiones.

No me gustan las promesas,
pues pocos hacen proezas,
ya nadie cumple sus letras,
ya nadie encuentra razones.

Y cuando de sus labios salen,
promesas y juramentos,
quisiera ser sordo y ciego,
pues nada parece ser cierto.

Espero que solo se cumplan,
aquellas viejas palabras,
que dejo salir al viento,
"Serás por siempre mi amigo",
"Te regalo mi cariño".

Amiga, tan solo aguanta.

Recuerda que las cosas llevan tiempo
algunas menos, otras más
pero por mucho que dure la tormenta,
en algún momento acabará.

Sinceramente quisiera
poder hacer algo ya,
poder hacer algo más,
para sacarte de ese pozo lleno de soledad.

A veces tus lágrimas
no te dejan ver la realidad,
se inunda tu cabeza,
quieres estallar.

A veces no recuerdas
cuando te sientes mal,
que muchos están a tu lado,
cuantos te aman de verdad.

Crees que no puedes andar,
que no tienes fuerzas para luchar,
te cierras en esa idea,
y nada parece mejorar.

Sin embargo te das cuenta,
que alguien ve más allá,
te das cuenta que todo
puede un cambio alcanzar.

Tómate de mi mano,
yo te ayudo a andar.
Nunca cierres los ojos
a la bella realidad.

Cuentas con un amigo,
que te puede levantar,
aunque caigas muchas veces
nunca se cansará.

No estés triste ahora,
ya nada te afectará,
concéntrate en el mañana,
y la luz seguro verás.

No te decepciones
si la vida no parece mejorar,
recuerda que algunas cosas
su tiempo se deben tomar.

Persiste, solo persiste
y la meta alcanzarás.
Recuerda que cuentas con alguien
que siempre te sostendrá.

Amiga no bajes los brazos,
queda mucho por andar,
Amiga tan solo aguanta,
que tu dolor terminará.

Prosigue.

Los tiempos duros te destrozan,

tu rostro se deforma,

tu esperanza se agota.

Recuerdas paso a paso,

cómo fue que caíste,

por qué a el le creíste.

Las promesas no sirvieron,

se esfumó pronto

todo lo que dijeron,

no pudo cambiar tu mundo,

ni formar uno nuevo.

Ahora las cosas que haces

para olvidar, parecen no resultar,

todo se vuelve oscuro,

solo quieres terminar.

Los mares inundan tu cara,

el brillo se escapa de tu mirar.

Pero siempre existe otra oportunidad,

dos veces no vas a fallar,

puedes seguir adelante,

aunque tengas que luchar,

recuerda, solo fueron sueños

e ilusiones de cristal,

que ayer empañaron tu vida,

pero es tiempo de cambiar,

confía plenamente

que la mañana vendrá,

regalándote una vida

que la puedas disfrutar.

Siempre existe otra forma,

siempre te podrás levantar,

y si te faltan las fuerzas,

recuerda que siempre tendrás

mi mano para ayudarte,

para no volver atrás.

No te aferres a promesas

que de nada servirán,

aunque te cueste aceptarlo

déjalo todo atrás.

Por favor mírame fijo

y dime que a mi vendrás,

cuando no te queden ganas

para dar un paso más,

cuando el cielo oscurezca,

y te cueste continuar.

Yo te estaré esperando,

conmigo siempre contarás,

solo se fuerte y prosigue,

todo se calmará, todo se arreglará.

Cien nuevos poemas.

Eh escrito cien poemas,
cien poemas nuevos.
Y todavía no he aprendido
a expresar mis sentimientos,
porque si hubiese aprendido
tu lo estarías sintiendo.
Eh escrito cien poemas,
cien poemas nuevos.
En cada uno de ellos
escrito está tu nombre,
escrito entre esos versos,
oculto como niños,
entre árboles inmensos.

La tristeza acompaña a mis letras,
la nostalgia, la melancolía,
el recuerdo de las cosas perdidas.
Pero también la alegría,
de saber que estás presente;
aún cuando estás ausente
puedo sentirte viva,
entre todas estas poesías.

Eh escrito cien poemas,
para que tu los leas,
aunque nunca te lo he dicho,
para ti los he escrito.

Si algún día yo me muero,
y te aturde mi silencio,
te dejo mi eterno cariño,
enterrado en cada verso.

Lee lo que escribo.

Lee lo que te escribo,
a cada momento,
en cada suspiro.
Los poemas
que mi corazón transido
se despega con cada latido.
Lee lo que escribo,
cuando iluso te miro,
rogando que te des cuenta
que te llevo dentro mío.
Las letras no me hacen falta,
para expresar mi cariño,
pero a veces no encuentro
el valor que necesito,
y por eso escondido entre estos versos
yo solamente te escribo,
para dejar salir lo que siento,
para que sepas que sigo vivo.
Escucha lo que suavemente
te dicen estas palabras al oído,
con el perfume de lavandas,
con el perfume de los lirios.
Escucha como te cantan,
escucha el dulce sonido,
del amor que mece el viento,
con las hojas de mi cariño.

¿Cuando iré a desperar?.

En una noche solitaria

contando historias, recuerdos,

flores marchitas, deshojadas,

sin perfume, de metal,

me pregunto confundido

¿Cuando iré a despertar?

Pienso en tu cálido abrazo,

en tu tierno suspirar,

en como manejas las cosas

para todo mejorar.

Pienso en aquellos momentos

que disfrutas conmigo estar,

en que juntos caminamos,

y no necesitamos hablar,

pues la mirada nos cuenta

lo que queremos contar.

Y me pregunto confundido

¿Cuando iré a desperar?

Con tanto amor en el aire,

con tantas ganas de amar,

no puedo amar a nadie,

y me vuelvo a preguntar

¿Será que sigo vivo?

¿Cuando podré despertar?

Seguro que volverás.

Han pasado ya muchos días,

parece estar todo igual,

la distancia no ha quitado,

de mi mente, tu mirar.

Te dije adiós esa tarde,

pensé que no volverías más,

cayeron lágrimas doradas,

de mis ojos, en el mar.

Pero estoy aún convencido

que vale la pena esperar,

puedo escribir mi historia,

y tenerte en mi final.

Porque cuando la marea se calme,

y escuche tu voz al pasar,

sabré entonces que nunca,

nunca me vas a olvidar.

Porque cuando la luna se apague,

y vea tus ojos brillar,

sabré entonces que siempre,

siempre me recordarás.

Aunque miles de gaviotas,

dejen hoy de volar,

aunque los árboles estallen,

y se cubra esta ciudad,

yo estaré seguro,

seguro de que volverás.

Distante Amistad.

Ahora, que tengo Tantas ganas de conversar,

ahora la distancia tengo que soportar.

Como una estaca clavada,

como un fiero puñal,

atormenta mi vida,

debilita mi andar.

Necesito contarte

como el tiempo al pasar,

me deshoja cual árbol,

me desgasta sin más.

Necesito que escuches

lo que oculto en mis sueños,

lo que espero lograr,

como la vida es inerte

si a mi lado no estás.

Necesito, mi amiga

mis palabras dejar,

que libremente despejen

las bandadas de pájaros

que en mi cabeza están.

La distancia coarta

mi ansiada realidad.

Sin embargo yo espero,

que aunque pasen los años,

aun pueda contar,

con algo tan maravilloso

como lo es tu amistad.

Ilusión, solo eso.

Todo habla de ti.
Si estuvieras ahora
todo lo que me rodea,
dejaría de existir.
No sería necesario
ni siquiera el aire,
para vivir.

Todos los caminos
me conducen a ti.
Mis piernas nunca se cansan,
de este ir y venir,
porque saben que a lo lejos
esperas allí, por mi.

Sentado te observo en mi mente,
(tu no estás aquí)
converso contigo a tu lado,
en aquel viejo café.

Los dos contamos historias,
sucesos incapaces de vivir,
pero eso no es lo que importa,
solo basta que estés aquí.

No habrá distancia imposible
para nosotros cubrir,
cuando perdamos el miedo,
y decidamos huir.

Es la hora de Partir.

Es la hora de partir,
con mi corazón entre tus manos,
con mi mente en tus abrazos,
con todos los recuerdos anudados.

Es la hora de partir,
y la incertidumbre me acorrala,
cuando pienso en el mañana
cuando solo quede tu ausencia,
cuando el sol no me acompañe
y las estrellas se desarmen en el alba.

Es la hora de partir,
de marchar de este lugar
que ha dejado tantas cosas
impregnadas, llenas de felicidad.

Es la hora de partir,
espero verte muy pronto,
para de nuevo salir
a perseguir nuestros sueños
a caminar por ahí.

Es la hora de partir,
y no quiero dejarte ir,
se desarman todos mis miedos
cuando tu estás aquí.

Es la hora de partir,
solo te pido recuerdes,
lo que hoy queda de mí.

Quisiera ser.

Quisiera ser las palabras que escribes,
el poema que aun no has terminado,
la soledad que hoy se encuentra a tu lado
y ese pensamiento que en tu mente queda rondando.
Quisiera ser las emociones que se desprenden
de tu mirar, de tu voz, de tu infinito amor;
las emociones que tienes cuando te vas
y dejas todo lo demás atrás,
esperando poder el cielo tocar.
Quisiera ser el pacto entre la razón y el corazón,
quisiera ser el sueño que te desvela por las noches
ese que vuelves a soñar, rogando que se vuelva realidad.
Quisiera ser el abrazo escondido
entre tanto cariño, entre tanto dolor.
Y poder descifrar el secreto que has guardado,
al mirar el cielo estrellado, al tomarte de mi mano.

Pero como las olas del mar,
cuando más te busco, más te vas,
cuando ya te tengo, tu tienes que marchar.
Como las nubes lentamente
desaparecerás, y yo quedaré esperando
rogando a tu lado volver a estar.

Resiste.

Muchas veces tienes ganas de dejar,

de dejar caer tus brazos,

sientes que no das más,

que la vida te ha golpeado,

que te ahogas en un mar.

Te preguntas por qué

todo pareciera invalidar,

los esfuerzos que tu haces

para ver la luz brillar.

Como pétalos al viento

empiezas a divagar,

ya no tienes sueños ni metas,

es pesado el caminar.

Y tu mente se detiene

porque no quieres pensar

qué será de todo eso

que un día solías amar.

Muchas veces te vence

el desgano y no quieres despertar,

ni empezar un nuevo día,

porque todo es vanidad.

Sin embargo yo te digo,

que aún puedes luchar,

que la mañana siempre llega,

el sol nuevamente brillará.

No te detengas aunque

la marcha debas bajar,

nuca pares por completo

siempre da un paso más.

Si te faltan las fuerzas,

mi mano te ayudará,

cuando tu vista se canse,

mis ojos te guiarán.

No te olvides que un amigo,

en mí encontrarás.

La marea en su oleaje

la esperanza traerá,

la niebla de la mañana

se desvanecerá,

y aunque hoy no te levantes,

sueña que todo mejorará.

Siempre tienes a tu lado

alguien en quien confiar,

en quien apoyar tu cabeza,

a quien puedes abrazar.

No te detengas ahora,

es hoy cuando debes luchar,

no te detengas por nada,

y la meta alcanzarás.

Resiste, solo resiste

da tan solo un paso más. 

Tiempo del adiós.

Cuando se acaba el amor,
ya no quedan hojas por caer,
el viento se va llevando el querer,
y la soledad asecha otra vez.

Porque el tiempo, que pasamos
ya no volverá,
y las cosas, que dijimos
con la noche morirán.

El silencio se establece
otra vez en tu mirar,
para que nuevamente
des un paso atrás.

Cuando se acaba el amor,
es hora de decir que no.
De caer al vacio
y quedarse sin voz

Sin llanto, sin razón,
sin lagrimas que alivien
el inmenso dolor,
que nos deja el adiós.

Ha pasado el tiempo.

Ya ha pasado el tiempo,
casi un año desde aquella vez,
en que te vi radiante,
dibujando mi sonrisa en la pared.
Mi mente se rellena de momentos,
de instantes en los cuales
conversamos nada más,
de la vida, de los sueños,
de las cosas que vendrán.
Parecía que nada nos podría separar,
parecía que tenia entre mis manos
un tesoro sin igual, más valioso que las joyas,
más valioso que el coral.
Pero debo acostumbrarme
a vivir la realidad,
no puedo estancarme en los sueños,
en las cosas de la edad,
aunque me falte una pieza
debo comenzar,
rearmar el rompecabezas,
volver a intentar.
Espero que todo conduzca,
a tu anhelada amistad,
que todos mis esfuerzos
se tornen en verdad,
amiga por favor
no me dejes entrar,
en esta inmensa oscuridad,
de saber que estás tan lejos,
aumentando mi soledad.

Te extraño, nuevamente.

Te miro
y me doy cuenta que te extraño.
Las cosas ya no son lo mismo,
el viento ya no sopla tanto,
mis lagrimas se siguen derramando,
cuando te miro y me doy cuenta
que te extraño.
El sol ha dorado mis recuerdos,
los cisnes, negros se han vuelto,
y mi conciencia reclama tu perdón,
porque no es lo mismo esto sin tu voz.
Si tan solo pudiera retener,
aquel momento, aquel ayer,
si tan solo mi abrazo congelara
lo que quedó en ese mes...
Te extraño, nuevamente te extraño...

Siempre lo supe.

Supongo que siempre lo supe,
la lluvia no se detendrá,
no volverá otro día
esta vez no va a parar,
mis manos se enfrían,
mi corazón ya no siente,
pero deseo cambiar,
deseo intentar,
correr y dejar este lugar,
este cuerpo de metal.
Lo supe desde la primera vez,
en tu forma de mirar,
en tu largo caminar,
todo me decía que no ibas a esperar,
fui tonto al pensar que ibas a cambiar,
que las cosas ocuparían otro lugar,
que la vida seguiría normalmente
que encontraría a tu lado, mi lugar.

No entiendo por qué mis ojos
se posaron en tu mirar,
por qué mis pensamientos
divagaron más y más,
debería haber sabido,
las estrellas no habitan en el mar.
Los errores no sirvieron,
no me enseñaron a nadar,
a elegir en este instante
el camino, la verdad.

Supongo que siempre lo supe,
esa es la realidad,
ya nada puede cambiar.

Debo irme.

Acaricio los prados
mojados por el rocío de la mañana,
y me siento a mirar
como pasa la vida,
como pasa sin más,
se deshojan los días
te busco y no estás.

Camino despacio
aletargando mi caminar,
mis zapatos me pesan,
se han muerto de esperar,
a que llegues de repente
y que cambies mi mirar.

Ya no tengo razones
para estar acá,
estoy cansado y debo irme,
es hora de marchar.

Ella tiene algo diferente.

Ella tiene algo que me cautiva la mente
ella tiene algo que la hace diferente;
es tan armoniosa y a la vez indiferente,
ella me provoca emociones diferentes.
Me desarma y me convierte,
me recuerda que la vida
no es lo mismo de siempre,
me regala momentos que me dejan inconsciente.
Ella tiene algo que me cautiva la mente,
ella es totalmente diferente;
ya no se que hacer al verle,
su sonrisa es la estrella que me guía
cuando todo el mundo duerme,
mi amor no significa nada sin su torrente.

Ella tiene algo que me cautiva la mente
ella tiene algo diferente,
ella nunca pudo verme,
ella nunca podrá verme.
Ella está pensando en ti al verme.

No se lo que sientes.

Y de repente, el miedo me invade,
me deja inconsciente, sin palabras
me desarma y me contrae,
ya no se si seguir sintiendo
o pensar en algo nuevo.
De repente no se lo que sientes,
no se si estás presa, o solo me mientes.
Y las nubes se oscurecen,
el horizonte me estremece,
tu persona, ya no es lo que parece.
Mis movimientos se entorpecen,
todo lo que un día tuve,
de repente desaparece.

Aquellos recuerdos.

Aquellos recuerdos no se olvidan,
pasar por cierta zona, sentir un cierto aroma;
descubrir un sentimiento, inventar aquel momento,
develar ese misterio que se esconde entre tus sueños.

Tus alas en el viento, el sol entre las nubes,
el infinito universo que me transmiten tus versos.
Recuerdos que aparecen, recuerdos que estremecen,
que dibujan en mi rostro sonrisas o lamento.

Y a veces pareciera que sin ti no estoy completo,
que me falta la energía que me mantiene en movimiento
pero cuando tiemblan mis rodillas, y todo se vuelve incierto,
recuerdo aquellos momentos, recuerdo tus sentimientos.

Aquellos recuerdos no se olvidan,
tus manos entre las mías,
las lagrimas en tu mejilla,
tus ojos reteniendo mi partida.

Recuerdos que aparecen y se desvanecen,
recuerdos que en mi mente, solo permanecen.

Como las olas del mar.

Me encuentro escribiendo cartas,
entre lineas de metal,
entre horas que se van,
y minutos que no están.
Y aunque solo fue un momento fugaz,
y las cosas que pasaron
fueron por casualidad,
el aroma del silencio
me hizo extrañarte más.
Pero sé que volverás,
como las olas del mar
tendrás que regresar,
pues todo el que siembra,
de seguro segará,
y sembraste en mi pecho
amapolas que ni el viento del verano
las podrá de mí arrancar;
dejaste plagada mi mente
de ilusiones y gaviotas
que sobrevuelan la ciudad.
Es triste que ahora te marches,
pero sé que volverás,
como las olas del mar
tendrás que regresar,
y traer junto a las aguas,
cosas nuevas que inventarás
para saciar mis ansias
de amarte cada día más.

Desencuentro.

Descubre la verdad,

detrás de estas sonrisas

me atormenta una vez más,

la vergüenza compartida,

de esta historia sin final.

Como hojas en el viento,

como las olas del mar,

que van desapareciendo,

te busco cuando no estás.

No puedo mirar a tus ojos,

no puedo escuchar tu hablar,

sin que en la mente renazcan

emociones de verdad.

Pero deja que esto pase,

pues seguro morirá,

en aquel infame instante,

en que dejemos de hablar.

Amigo II.

Me encuentro entre las nubes,
caminando hacia otro mundo.
Existen cosas que terminan,
existen otras que se van,
pero yo debo seguir mi vida,
aunque tenga que luchar.

A veces quisiera vivir dos veces,
los momentos felices
que me brindó tu amistad.
Es bueno saber que cuento,
con alguien a quien llamar,
cuando mi mundo esté en llamas,
cuando me pierda en la oscuridad.

Camino sobre las nubes,
para no ver ni pisar,
la confusa realidad.
Cosas inentendibles
suceden cuando no estás.

Eres la brújula que guía
mi cansado caminar,
por favor regresa pronto,
Amigo yo sé que lo harás.

Por favor nunca te olvides
que te espero sin dudar,
para vivir otras historias,
nuevas cosas que vendrán.

Cae la noche.

Cae la noche,

atravesando la niebla

la luz de los autos iluminan la ruta,

y a lo lejos desaparece la realidad,

pues me invade tu presencia,

tu eterna esencia, y el deseo 

de tenerte otra vez aquí cerca.

Inventaría mil excusas para verte,

otras mil para tenerte,

pero no puedo detenerme,

nuevamente tengo que perderte.

No hay señales de que volveré,

ya no queda nada que perder,

ya no puedes esperar otra vez,

tienes que ser libre...volver a querer.

No te quedes anclada

en las profundidades de la soledad,

despeja tu mente, libérate de ese amor inerte.

Cae la noche,

las estrellas iluminan mi mirar,

es tiempo de avanzar,

de no mirar atrás.

Solo quiero correr.

No tengo ganas de volver,
de engañarme otra vez,
esta vez no quiero detener el tiempo,
solo quiero correr.

Días trágicos regresan a mi,
en mi mente todo comienza a latir,
mi corazón estalla...aún estás ahí.

Y de repente deseo no ver,
de repente solo quiero romper
con mi voz el silencio,
con mi mente el ayer.

No tengo ganas de volver,
seguiré esperando,
que se borre mi presencia de tu ser,
que las palabras se disuelvan en mi piel.

Ya no quiero volver,
solo quiero correr, solo correr.